Este tipo de terapia está destinada a aquellas parejas que están empezando a tener problemas en su relación, y también a aquellas en las que existe un problema ya instaurado desde hace tiempo (lo que conocemos como crisis de pareja).
Con esta terapia, se busca una mejora de la relación entre los dos miembros de la pareja a través de la resolución de los conflictos que se dan entre ambos para que se produzca un pequeño cambio o para encontrar soluciones satisfactorias para los dos. Entre otras cosas, se trabajan las habilidades de comunicación, la forma de resolver conflictos, etc.
Cada sesión cuenta con un espacio en el que cada miembro de la pareja está a solas con el psicólogo, y otro momento en el que comparten el tiempo con él.
En ocasiones, uno de los dos integrantes de la pareja se opone a acudir a terapia. Aunque no es la situación ideal, se puede trabajar con la persona que sí acude para darle estrategias de cara a mejorar los conflictos que han surgido en la relación, así como pautas para que trate de hacer entender a su pareja los beneficios de acudir los dos a terapia.