La persona adulta es aquella que ha alcanzado un estado de madurez físico, psicológico, social y cultural. En la edad adulta, la persona comienza a desenvolverse en el contexto social de manera libre e independiente. Sin embargo, ser adulto también implica tomar decisiones, asumir responsabilidades, afrontar nuevas situaciones, superar pérdidas y resolver conflictos.
La vida adulta se convierte así, en un sinfín de continuos cambios, que la persona adulta acepta y afronta en la mayoría de casos con madurez, fortaleza y equilibrio. No obstante, no siempre los adultos disponen de los recursos necesarios para poder afrontar las dificultades de manera eficaz y ello puede generar en el adulto un intenso malestar.
Es necesario buscar ayuda psicológica cuando observamos que el problema que experimentamos amenaza nuestro bienestar y calidad de vida.
Los problemas psicológicos y/o dificultades que con más frecuencia se observan en las etapas de la edad adulta son:
- Adicciones
- Ansiedad
- Baja autoestima
- Depresión
- Disfunciones sexuales
- Estrés,
- Ludopatía
- Problemas de salud
- Divorcio
- Trastorno obsesivo compulsivo
- Trastorno bipolar