La pandemia de COVID-19 ha traído consigo la restricción social y de movilidad de la población, acompañada de incertidumbres relacionadas con la enfermedad y sus consecuencias, además de un estrés adicional para el sistema sanitario.
Entre sus muchas vertientes, esta crisis afecta a los modos de vida, de relación y a las reacciones emocionales de las personas. Estas reacciones naturales son múltiples, incluyendo la incertidumbre, el temor, pero también la creatividad, la generosidad, la búsqueda de vías diferentes para la comunicación o el apoyo solidario. Algunas de estas reacciones y afrontamientos pueden ser causa de malestar psicológico en las personas.
Así, surge la necesidad de diseñar y organizar una terapia dirigida exclusivamente a las personas afectadas, en diversos modos, por la pandemia…y que tenga por objetivo proteger y mejorar la salud mental y el bienestar psicosocial de la sociedad.
Algunos de los problemas que suelen tratarse son:
- Problemas de sueño
- Ansiedad o cambios de la ansiedad a la tristeza
- Problemas en las relaciones con las personas
- Cansancio y desesperanza
- Irritabilidad
- Miedo a contagiarte o contagiar a tus allegados